Sendero
En este sendero, dejé mi crisálida
Busco un camino, descalza y continuo
Hasta llegar al estero…
Entre caminos rocosos, caminos que lastiman
Espero y sigo
Llego a una vertiente
Me acerco, contemplo con maravilla y no creo lo que veo.
Sumerjo mis manos, llevo agua a mi rostro, en eso, y entre mis oraciones
El agua se torna brillante y tibia
Se forma un manto acogedor, que se conmueve a mis súplicas plegarias, entre sollozar angustias
Sólo digo ¡llévate mis lagrimas, llévate mis recuerdos!
Déjalos fluir…
Ese momento misterioso e íntimo
Donde el brillo y la calidez me acogieron
Dejé elevar mis pensamientos
Fue una caricia a mi alma, regalándome ratos de pausas, en ese instante
Solo agradecí, mi corazón, mi razón y conciencia se alinearon
Forme paz de instantes
Retome mi camino, esta vez mi espalda dejó su carga, mi corazón está tranquilo
Y las piedras se tornaron suaves.
Autor: P.Alejandra Ojeda M.
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